Precaución en cenas familiares

    25 nov 2020 / 16:17 H.
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    Es una de las noticias más esperadas. Todas las esperanzas están puestas en las actuales medidas de restricción de movilidad para que la Navidad se pueda celebrar en familia, el comercio haga su “agosto” y la hostelería encuentre el ansiado respiro. El borrador pergeñado por el Gobierno resuelve muchas de las incógnitas puestas sobre la mesa y, en cierto modo, supone un recorte de las expectativas. En cuanto a lo más importante, las citas familiares, el documento presentado limita la participación a los miembros que pertenezcan al mismo grupo de convivencia, de tal forma que, en el caso de que haya algún externo no conviviente habitual, las reuniones serán de hasta un máximo de seis personas. La crisis del coronavirus obliga a unas celebraciones atípicas y fuera de lo normal, en las que habrá menos gente que nunca en las mesas de los hogares y desaparecerán los cotillones gracias a un toque de queda de entre la una y las seis de la madrugada. El mensaje de las fiestas que se avecinan es claro: mantener las medidas de protección sin dejarse confiar por la constante reducción de contagios. Todavía queda un mes, tiempo suficiente para que la curva de contagios y fallecidos dé más de una sorpresa, pero está bien que quienes tienen la sartén por el mango en la toma de decisiones pongan blanco sobre negro en un escenario de incertidumbre que a nadie favorece. Tampoco hay que bajar la guardia porque la industria farmacéutica se haya lanzado a enviar mensajes sobre la vacuna de prevención de la covid-19 que, aunque estén respaldados científicamente, no cuentan todavía con la autorización de las autoridades competentes para que circule libremente entre la población diana.

    Editorial