Pan artesanal en el Hospital

El sector de las panaderías es uno de los más afectados por las consecuencias de la guerra rusa en Ucrania, con subidas de precios de materia prima que afectan directamente a los que tienen que ver con la elaboración de un producto que es clave en la dieta mediterránea. La Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Jaén está en pie de guerra con la Junta de Andalucía por la introducción del congelado en los hospitales públicos de la capital, que es uno de los principales consumidores que tenían hasta el momento. Hay visos de que habrá entendimiento con la Administración autonómica para intentar solucionar un problema que no es baladí. La titular de Salud y Consumo, Catalina García, se muestra dispuesta a hablar con los protagonistas para contratar el servicio con panaderías tradicionales que, además, sean locales, pero no por arte de magia, sino con las garantías suficientes de calidad. Está claro que la motivación no puede ser económica en casos en los que está en juego la salud pública de los usuarios, sino una cuestión que va mucho más allá del plano monetario y que, en este sentido, está en manos de los panaderos poner remedio a una situación que la parte contratante está dispuesta a dar por zanjada. El camino intermedio es más que cuestionable, por lo que es normal que haya enfado en un sector que demasiados obstáculos arrastra, pero la Junta de Andalucía justifica en la urgencia la necesidad de optar por una panadería de Málaga, cuyo producto aseguran que es artesanal, aunque con la diferencia de que se precongela para su conservación. Nadie pone en duda que hay que apostar por el comercio de la tierra para generar riqueza y empleo.