Otra tragedia en la carretera

08 ago 2017 / 10:20 H.

El 15 de junio fue el último accidente mortal registrado en las carreteras de la provincia. Hasta ayer. En concreto, la tragedia se produjo en la madrugada del lunes al martes, cuando un vehículo se precipitó por un barranco en la A-319, a la altura del kilómetro 35, en el término municipal de Cazorla. En él viajaba Manuel, un joven de tan solo veinte años muy conocido en la zona. Se trata de un vecino de la aldea beatense de Los Santiagos que, por causas que se desconocen, se salió de la calzada que los municipios de Cazorla y Hornos de Segura. Trabajaba en un establecimiento hostelero de Arroyo Frío y regresaba a su casa para disfrutar de un día de descanso. El teléfono 112 recibió la alerta y, de inmediato, movilizó a la Guardia Civil de Tráfico, a la Policía Local y a la empresa pública de emergencias sanitarias. Sin embargo, nada pudieron hacer los profesionales por él. La conmoción en unánime en una pedanía en la que apenas quedan veinte residentes. El Ayuntamiento de Beas de Segura decretó luto, desde ayer, las banderas lucen a media asta.

No se sabe qué pudo causar el accidente. Los investigadores determinarán las causas de un suceso que tiene consternada a toda una comarca. Al volante, toda precaución es poca, sobre todo en épocas como la actual, cuando se producen más desplazamientos a corta y a larga distancia. Revisar los vehículos es una de las principales recomendaciones en las que insisten las campañas de Tráfico cuando el calor más aprieta. Hay carreteras que unen pequeños municipios con un cuestionable estado de conservación que facilitan accidentes que, en contados casos, llegan a ser mortales. Basta con que haya una sola víctima para intentar evitarlo.