Once años de dejadez política

    19 may 2022 / 16:00 H.
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    Un día como hoy, hace once años, un juez paralizó la gratuidad de las pruebas del tranvía de Jaén, una obra modélica, en tiempo y forma, que estaba llamada a revolucionar la movilidad urbana y que, por culpa de la dejadez de los políticos y de la desidia y el conformismo de los ciudadanos, quedó relegada a convertirse en un improvisado aparcamiento en el centro de la ciudad. Ya se habían encargado algunas corrientes políticas de echar por tierra las bondades de un sistema de transporte público en auge en gran parte de Europa, sobre todo en un momento en el que preocupa, especialmente, la contaminación. El problema fue que, en medio de la decisión judicial, hubo unas elecciones, cambió el signo político del Ayuntamiento y el proyecto ideado por Carmen Peñalver quedó en el olvido. Hubo un alcalde, José Enrique Fernández de Moya, que lo sentenció a muerte con aquella frase lapidaria mediante la que mostró su intención de no subir nunca al tranvía. Su sucesor, Javier Márquez, tuvo intentos de retomar la puesta en funcionamiento del sistema tranviario, pero lo cierto es que ni encontró apoyo ni le dio tiempo a mucho más. Unos cuantos años después, el nuevo presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se comprometió públicamente a retomar el tranvía y a desdoblar esfuerzos económicos para conseguir el desbloqueo. Lo que ocurre es que, casi cuatro años después de aquella declaración de intenciones, los ciudadanos perciben que todo sigue igual. Cierto es que son muchos los pasos dados para convertir el sueño de muchos jiennenses en realidad, en sintonía con un Ayuntamiento con una situación económica complicada, pero la realidad está en la calle.

    Editorial