Nuevas medidas para España
La resaca de lo que ocurrió, el miércoles, en el Congreso de los Diputados deja claro en qué situación se encuentra el panorama político nacional, cada vez más polarizado y con la mirada puesta en todos los lugares excepto en el que interesa: el de los ciudadanos. El Partido Popular, Vox y Junts sumaron sus votos para tumbar el decreto ley ómnibus, que incluye la revalorización de las pensiones, la prórroga de las ayudas al transporte público y la prohibición del corte de suministros básicos a personas vulnerable. El resto del hemiciclo votó a favor, mientras que UPN se abstuvo. El exministro socialista integrado ahora en el Grupo Mixto, José Luis Ábalos, ni siquiera acudió. Con ese resultado, 177 en contra por 171 a favor, quedaron suspendidas medidas que, aunque dan vía libre a la interpretación, afectan al bolsillo de los españoles. Hay que tener en cuenta que la norma ya generó tensiones hace un año, pero en aquel momento pudo salir adelante gracias al respaldo de Junts, por lo que queda claro que, cuando algo tan importante para el presente y el futuro de España no nace por consenso, está abocado al fracaso. El problema está en que, detrás de todas las bonificaciones que se conocen, hay otras medidas que no convencen a los partidos con ideario distinto al que está en el Gobierno. El escenario refleja la fragilidad parlamentaria que existe en este momento en el Ejecutivo central y, además, el fracaso de una estrategia encaminada a aprobar propuestas que, en forma de cajón desastre, exigen planteamientos distintos e, incluso, por separado, para que los representantes políticos tengan opción de debatir, presentar enmiendas y, en último caso, aprobar un rechazar una por una de forma democrática.