Nueva etapa en el Real Jaén
La agitada situación institucional que vive el Real Jaén en los últimos años desembocó ayer en la dimisión del que había sido su presidente, Rafael Teruel. Los problemas económicos arrastrados por el club y las demandas continuas para que el Ayuntamiento moviera ficha urbanística desencadenaron en un enfrentamiento abierto entre el mandatario y el actual equipo de Gobierno. Cruce de acusaciones directas e, incluso, petición de dimisión directa por parte del alcalde de Jaén, Javier Márquez, que explicó que la mejor opción para la permanencia del club es que el presidente entregara sus acciones. Al margen de la situación deportiva, que ha generado una temporada más de desconsuelo entre el aficionado, ahora lo que se dirime es la continuidad de un club casi centenario que tiene serias amenazas en el horizonte más cercano. Con el cese de Rafael Teruel y el nombramiento de Sebastián Moya el club espera que se puedan acercar posturas con el Ayuntamiento de Jaén para desbloquear la concesión administrativa del Estadio de La Victoria que daría maniobra económica al Real Jaén, aunque está por ver hasta dónde y cómo pretende ayudar ahora el Ayuntamiento al club. En este sentido, la pelota está en el tejado del equipo de Gobierno que, desde varios frentes, exigió la marcha del presidente para comenzar a hablar. En el horizonte más inmediato, no obstante, está la convocatoria de una Junta General de Accionistas para el próximo 21 de abril, en la que tendrá que aprobarse una ampliación de capital de tres millones y medio de euros. La deuda, según Rafael Teruel, se ha reducido ostensiblemente, pero la actual más los gastos inmediatos ensombrecen el futuro de la entidad.