Lucha unánime contra el virus

    26 mar 2020 / 16:28 H.
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    Los datos hablan por sí solos. España supera, en número de muertos, a China en una pandemia que no tiene fin. Un tercio de la humanidad se encuentra confinada en sus viviendas, la curva de los contagios continúa en gran parte del mundo en ascenso, la actividad económica se desploma, los Juegos Olímpicos quedan aplazados y los gobiernos buscan recursos debajo de las piedras para dar asistencia médica a la población. Es tan grave la situación que vivimos que nadie se atreve a atisbar cuál será el futuro que nos espera. No será fácil remontar el vuelo, sobre todo para quienes perdieron a un ser querido, algo irreparable, pero no hay que perder la esperanza. El objetivo no puede ser otro que frenar la llegada de pacientes a las unidades de cuidados intensivos, para lo que será necesario que no se eternicen en el tiempo las pruebas del coronavirus en los laboratorios, porque mientras que quienes tienen sospechas esperan resultados, se multiplican los contagios. Mientras tanto, el Gobierno central defiende su gestión en una crisis sin precedentes y, en sintonía con las comunidades autónomas, toma decisiones encaminadas a luchar contra el covid-19 y, con toda fuerza, salir lo más fuertes posibles de la situación. Ni que decir tiene que las consecuencias humanitarias, sociales y económicas serán descomunales, pero ya habrá tiempo de rendir cuentas. Es el momento de aunar esfuerzos y, juntos, ganar la batalla a un virus que ni se ve ni se toca, pero que es capaz de matar a hombres y mujeres sin distinción de edad ni de clase social. Los especialistas aseguran que quedan jornadas muy duras y, ante algo así, no se pueden escatimar recursos para proteger a quienes, en los hospitales, protegen nuestras vidas.

    Editorial