Los Cañones y su olvido

Los proyectos, algunos con dotación presupuestaria incluida, se acumulan para acondicionar un espacio natural de primera que está situado a ocho kilómetros de la capital. Con el abandono de la piscifactoría por parte de la Junta de Andalucía, el espacio se fue degradando y se convirtió, incluso, en un sendero peligroso en algunos casos. Porque, a pesar del olvido de las instituciones, conserva valores importantes que atraen a familias que conocieron su esplendor, pero también a otras que quieren conocer esta pequeña joya natural. En 2017 se llegó a lanzar una cifra de inversión para acondicionar la zona superior a los tres millones de euros, pero todo quedó en aguas de borrajas porque no había acuerdo entre el Ayuntamiento y los propietarios de la parcela que se pretende incluir como espacio público. Ante el encarecimiento de la operación de compra, el Ayuntamiento desistió y no se ha ofrecido dato alguno más para saber cuál es el proyecto que tenía en la cabeza el último equipo de Gobierno. La ruina económica del Ayuntamiento es la coartada perfecta para dejar morir un espacio que requiere, al margen de inversión, cariño municipal que no tiene. Colectivos sociales y ecologistas de diferente sesgo, sin embargo, mantienen su reivindicación y, en este sentido, se enmarca la posibilidad de llevar la denuncia ante tanta desidia al Defensor del Pueblo Andaluz para que intervenga y, en la medida de lo posible, desbloquee el proyecto. Al nuevo equipo de Gobierno que tiene que liderar a la ciudad en los próximos cuatro años, al margen de pedirle que se paguen nóminas y a proveedores, habrá que exigirle algo más en cuanto a proyectos tangibles para la ciudad. Los jiennenses necesitan de ese tipo de liderazgo.