Llamada a la concienciación

    19 sep 2020 / 18:14 H.
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    El virus fuerza máximos históricos en una segunda oleada en la que la provincia registra repuntes y brotes de contagios que certifican la virulencia de la transmisión de la covid-19. Pronto se alcanzarán los 4.000 casos acumulados y confirmados por las pruebas realizadas a quienes tuvieron conexión con algún positivo o a quien tuviera serias sospechas. El parte diario de Salud dio el salto de los cien nuevos, en concreto 118, y son ya 49 los hospitalizados, una cifra que no se repite desde el mes de mayo. Los datos, en este sentido, conmueven, por lo que la llamada a la concienciación tiene que ser seria y rigurosa. Hay que tener en cuenta que el mayor número de brotes se derivan de reuniones familiares, ya sean bodas, bautizos, comuniones o entierros, por lo que la precaución tiene que ser de manera individual para que el daño no sea cada vez más colectivo. Cierto es que está comprobado que la carga vírica del coronavirus es cada vez menor, también porque son más las medidas de seguridad que los ciudadanos cumplen y no hay falta de material como ocurrió con el estallido de la pandemia. Sin embargo, no hay que olvidar que el 3,80% de los casos activos en la provincia son de pacientes que están ingresados. Está claro, a tenor de las estadísticas, que baja la edad media de los contagiados en una vuelta a la nueva normalidad que impone cada vez más respeto. La sociedad no está preparada, ni económica ni mentalmente, para un segundo confinamiento, pero sí debe ser consciente de que podrá llegar la orden de aislamientos por zonas, como ocurre en la comunidad de Madrid, si siguen las transmisiones en municipios que preocupan, como Marmolejo o Los Villares, entre otros.

    Editorial