La tercera dosis de la vacuna

    24 oct 2021 / 17:09 H.
    Ver comentarios

    Los especialistas cada vez proclaman con más fuerza la necesidad de administrar una tercera dosis contra el coronavirus en las personas que ya recibieron las dos primeras. La posibilidad de aplicar una que funcione como refuerzo de las ya administradas y que tenga más capacidad de generar anticuerpos, bien porque decreció el nivel de protección, bien porque no son lo suficientemente potentes para combatir la variante delta, se abre paso en el conocido como Primer Mundo. Con millones de vacunas almacenadas mientras el ritmo de vacunación baja considerablemente desde que empezaron las vacaciones, la verdad es que puede permitírselo. Sin embargo, el egoísmo ciega la situación que viven países en los que resulta mucho más complicado conseguir la inmunidad de un virus que, eso sí, pierde fuelle de forma generalizada, aunque haya excepcionalidades como la de Letonia, con todo el territorio confinado de nuevo por la detección de una nueva variante. El caso es que, para combatir la pandemia, hay que preguntarse si es mejor reforzar a los ya inmunizados o intentar ampliar el colectivo de vacunados. No hay datos concluyentes, aunque muchos investigadores defienden que no es seguro que una tercera administración generalizada vaya más allá de lo que, hoy por hoy, consiguen estos esperados fármacos, es decir, que disminuya la gravedad de los síntomas y que no se llegue a crisis de hospitalizaciones o fallecimientos como en la primera y temida oleada. Lo que está claro es que el anuncio de una tercera dosis puede actuar también como un efecto psicológico devastador para quienes todavía no se han vacunado. Eso es lo que no debería estar permitido con una legislación hecha a tal efecto.

    Editorial