La fórmula del presidente

    22 jun 2022 / 14:41 H.
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    Los andaluces hablaron alto y claro en las urnas el pasado domingo y, aunque las encuestas apuntaban al Partido Popular como claro vencedor, no hubo ni una que otorgara una mayoría con 58 diputados. El equipo de Juanma Moreno tiene, ahora, manos libres para gobernar una comunidad en la que, después del tramo duro de la pandemia del coronavirus, quedan muchas cosas por hacer y en la que la vertebración de las ocho provincias andaluzas es, sin lugar a dudas, una asignatura pendiente. No hay que perder un solo minuto en engrasar la maquinaria para que la gestión no se paralice con la excusa de que hay que conformar el quién ocupa cada cartera, porque cuatro años duran un suspiro y, a la postre, los compromisos que se adquieren en campaña no hay manera de cumplirlos. Está el ejemplo del tranvía, cuyos líderes políticos se comprometieron en el anterior mandato a ponerlo en funcionamiento en el actual y, al final, lo único que se ha movido son papeles con la interminable burocracia de los contratos y licitaciones. Lo que ha ocurrido en Andalucía puede abrir la puerta a un cambio de ciclo en España, de tal forma que el recién celebrado 19 de junio brinda a Alberto Núñez Feijóo la oportunidad de presentarse como una alternativa moderada al actual Gobierno de Pedro Sánchez. Juanma Moreno absorbió los 21 diputados del partido de Albert Rivera, con el que dirigió la Junta de Andalucía sin enfrentamientos ni estridencias, y solo dio oxígeno a Vox para sumar dos escaños cuando lo tenía todo a favor, el malestar social por la inflación, el empuje de las encuestas y una candidata promocionada durante meses desde el Congreso de los Diputados. La fórmula del presidente andaluz, inspirada en el nacional, se demostró eficaz.

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