La estrategia de Forcadell

12 nov 2017 / 11:01 H.

Las declaraciones de los integrantes de la mesa del Parlamento de Cataluña vienen a añadir más desconcierto aún a una situación ya de por sí enrevesada. De manera especial en el caso de la todavía presidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell. La estrategia impulsada por su defensa de reconocer ante el juez que respalda la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución y de renegar de la declaración de independencia de Cataluña sorprende a propios y a extraños. En especial, a los primeros, porque deben sentirse defraudados con quienes lideraron el proceso secesionista —con Forcadell como una de las piezas clave en esta deriva—, víctimas de sus mentiras y de sus arengas en las que defendían que no había vuelta atrás. Si la propia presidenta del Parlament dice ahora que la declaración de hace unas semanas fue algo “simbólico”, sin valor legal alguno, parece fuera de toda lógica el papel que ella misma desempeñó como facilitadora de una ilegalidad sin precedentes en la historia democrática reciente de este país. Debe sorprender también a quienes aún continúan enarbolando la estelada y reivindicando la vigencia de esa fugaz república de Cataluña fruto de aquella bochornosa puesta en escena de gran parte del independentismo catalán. Bien es cierto que la estrategia de los abogados de Forcadell ha conseguido, en gran medida, el objetivo de salvar la prisión, ya que la presidenta apenas pasó 24 horas en la cárcel, gracias al pago de 150.000 euros de fianza, que abonó ANC. Sin embargo, gran parte de los exconsejeros del Gobierno cesado siguen en prisión. Poner en boca de estos últimos las declaraciones de Forcadell sería demasiado visto lo visto y vivido lo ya vivido en los últimos meses.