La dura polémica de la “ITI”

Las plataformas ciudadanas, que son las que presionan desde hace años para que la provincia se pueda beneficiar de fondos europeos, se unen con un objetivo: luchar para que los compromisos institucionales se cumplan. Jaén fue elegida, mediante unos parámetros nada buenos para la economía, como centro de la diana de un programa, conocido como Inversión Territorial Integrada (ITI), para recibir dinero a través de proyectos encaminados a cambiar el modelo productivo para transformar la tierra del mar de olivos. Hubo tiras y aflojas, al principio, porque Linares aparecía en las estadísticas como la ciudad con más desempleo de España y, en un primer momento, se fijaron todas las miradas en ella como beneficiaria de unas ayudas que, al final, se hicieron extensivas a toda la provincia. Son 443 millones de euros los que hay reservados en Europa, los cuales se reparten entre la Junta de Andalucía —223 millones de euros— y el Gobierno central —220 millones de euros—. El problema es que no hay visos de cumplimiento y, antes de que se acaben los plazos, las plataformas están dispuestas a todo. Hay que tener en cuenta que la Administración andaluza tiene librados 90 millones de euros, en los próximos presupuestos, para iniciativas con cargo a la ITI. Sin embargo, las críticas se centran en los proyectos en sí, que rompen con la filosofía de un programa europeo con pretensiones más amplias que, por ejemplo, la construcción de una depuradora. El caso extremo es el del Gobierno central, en el que no ha respuesta a la pregunta: “¿Dónde están los 220 millones de euros?”. Los ciudadanos necesitan, cuanto menos, una explicación para que los sueños no se conviertan en pesadilla.