La bronquiolitis acecha

Una de cada cuatro camas convencionales que hay en los hospitales infantiles están ocupadas por pacientes con bronquiolitis y, aunque la situación es preocupante, los máximos dirigentes de la sanidad consideran que no hay que caer en el alarmismo ni son necesarios planes extraordinarios para combatir la enfermedad. En la provincia jiennense hay diecinueve menores en planta y uno en la Unidad de Cuidados Intensivos. No hay motivos para activar planes de alta frecuentación, pero sí es el momento de extremar la precaución y tomar todas las medidas necesarias con el fin de evitar acabar en el hospital, muy similares a las adoptadas en la lucha contra el coronavirus: el lavado de manos, la distancia de seguridad y la utilización de mascarilla. El trasfondo de esta situación está en la inmunidad. Los expertos señalan que los dos años de covid-19 hicieron que los más pequeños de la casa quedaran frágiles ante cualquier otra exposición vírica y, en este sentido, necesitarán tiempo para generar las defensas propias para que el organismo pueda combatir patologías de este tipo. Es tanto el daño que ha hecho, y sigue haciendo, la pandemia que todavía no conocemos el alcance internacional que llegará a tener en todos los aspectos, no sólo en el sanitario, sino en el económico y en el social. El ejemplo de la bronquiolitis es solamente un aviso más de que son constantes los cambios que se observan en el comportamiento de determinados virus y el sistema debe estar preparado para detectarlo y, sobre todo, ofrecer una respuesta adecuada para cada desafío. La sanidad pública exige una mirada con mayor prospectiva. Los equipos están desgastados para otra embestida con los mismos recursos.