La agilidad de la burocracia

    07 sep 2019 / 11:27 H.

    El bloqueo burocrático en la tramitación de permisos de obra en la capital es una de las reivindicaciones principales que mantienen, desde hace tiempo, todos los agentes implicados en el sector de la construcción. El alcalde, Julio Millán, reconoció la existencia de una lista cercana a las mil solicitudes, de las que casi cuatrocientas recibieron una respuesta en los meses que lleva el nuevo equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Jaén. La eficiencia en los recursos municipales fue el instrumento utilizado para desatascar un tapón urbanístico que, sin lugar a dudas, tenía también ralentizada la economía jiennense, porque hay que tener en cuenta que cuando se pone en marcha una obra son muchos los puestos de trabajo directos en indirectos que se reactivan, ya que no solo se trata del obrero que ejecuta, sino también de la empresa que vende los materiales, la que los reparte y, así, sucesivamente. El Ayuntamiento habla de una inversión superior a los ciento cincuenta millones de euros entre licencias para proyectos públicos y privados. Lo importante es que la agilización de los trámites se mantenga en el tiempo e, incluso, se incremente el ritmo para que los profesionales del sector vean, realmente, que existe un cambio. Son tiempos propicios para la innovación, una época en la que las nuevas tecnologías se vuelcan en la construcción y en la que adelantos como las casas industrializadas, que pueden reducir a la mitad los tiempos de ejecución de la obra, pueden revolucionar el negocio de cara al cliente, con la consiguiente reducción del tiempo de espera. Sorprende que se incremente la celeridad de un proyecto urbanístico y, sin embargo, la burocracia sólo actúe como un gran lastre.