Irremediables elecciones

    02 sep 2019 / 09:22 H.

    No hay visos de entendimiento en el Gobierno central para evitar una nueva convocatoria electoral. Después del fracaso de la sesión de investidura de Pedro Sánchez y después de que Podemos promoviera a la desesperada la oferta de una vicepresidencia y tres ministerios a la carta, las encuestas señalan que cada vez hay más ciudadanos que quieren elecciones y, sobre todo, la mayoría piensa que serán inevitables. El pleno extraordinario de Congreso dedicado a la inmigración no dejó lugar a dudas, la semana pasada, del grado de confrontación que hay entre el Ejecutivo en funciones y Unidas Podemos. Es evidente que si estas dos fuerzas políticas no abandonan la búsqueda de la coalición imposible y no aceptan un pacto programático, la cuestión se dirimirá en las elecciones del 10 de noviembre, una cuestión en la que la culpa es compartida: por un lado, la cabezonería del Partido Socialista y el enroque de Podemos, que quería formar casi un Ejecutivo paralelo como condición indispensable para apoyar a Pedro Sánchez, y por otro, la falta de sentido de Estado del Partido Popular y Ciudadanos al no abstenerse y evitar, entre otras cosas, esta sensación de interinidad que empieza a ser sistémica. Lo más triste es, sin lugar a dudas, la percepción ciudadana de que todo programa político pasa por culpar al otro de la repetición electoral. Y eso, sin que se pongan sobre la mesa alternativas, que es y debe ser la obligación de todo representante público. Un Gobierno en funciones no es lo más aconsejable cuando España afronta desafíos como las consecuencias derivadas del Brexit, la recesión económica y la desunión de los constitucionalistas frente al desafío del separatismo.