Inversión en concienciación

El último informe de la Dirección General de Tráfico deja claro que Jaén es la provincia andaluza que peor parada sale en cuanto a los accidentes de tráfico registrados entre enero y septiembre, paradójicamente, un periodo marcado por el confinamiento forzado por la pandemia. Fueron doce los siniestros que acabaron con fallecidos con una diferencia superior al 70% con respecto al año anterior. Trece personas perdieron la vida en las carreteras jiennenses, un balance totalmente contrario a la tendencia contabilizada tanto en Andalucía como en el resto de España, donde hubo una importante bajada de la accidentalidad derivada del decreto de estado de alarma, el aislamiento y la reducción del transporte en actividades no esenciales mientras estuvo vigente hasta la desescalada. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los accidentes se produjeron en carreteras no principales, frente a las autovías y autopistas, lo que hace indicar que una de las principales causas está en el mal estado en el que se encuentran estas vías, muchas de ellas anotadas en el mapa de los puntos negros año tras año. Sin embargo, también influye el factor humano, el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y drogas y las distracciones, cada vez más comunes, provocadas por el uso del móvil. Es necesario que las administraciones públicas con competencia en la materia tomen seria nota de lo que acontece e invierta dinero y esfuerzo para frenar la que es, en la actualidad, una de las principales causas de mortalidad en la provincia. Las campañas informativas deben de ser una llamada continua a la conciencia, un bombardeo necesario para evitar males mayores que, en definitiva, destrozan familias.