Infraestructuras educativas

17 may 2019 / 16:39 H.

El problema que tienen profesores y estudiantes en el instituto San Juan Bosco, situado en pleno centro de la capital, no es nuevo. Lo que ocurre es que, en el próximo curso, se agravará con la llegada de alumnos que acceden, por primera vez, a la Educación Secundaria Obligatoria. Son entre treinta y cuarenta, que se suman a los más de mil que tiene el centro, por lo que hay preocupación por la falta de espacio, que ya tiene carencias suficientes como para poner el grito en el cielo. Las instalaciones están privadas de los metros necesarios de patio, de zonas de descanso, de sombras, de un gimnasio despejado de columnas o de unos simples bancos en los que los jóvenes puedan merendar. Se trata de un instituto con más de cien años de antigüedad, por lo que las necesidades son evidentes y, en algunos casos, especialmente llamativas. Tal es el ejemplo de las escaleras de caracol sumamente peligrosas, tanto las del interior como del exterior, que están prohibidas según el Real Decreto 486/1997 de 14 de abril. El propio personal del instituto, a través de este periódico, emitió sus quejas ante la que se avecina y la Delegación de Educación se interesó rápidamente por el problema, para el que tiene que haber una solución antes de que empiece el próximo curso. La necesidad de una inversión en la mejora de la red de infraestructuras es una asignatura pendiente que el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía tiene encima de la mesa y al que dará prioridad. Además, buscar el equilibrio entre aquellos centros que están masificados y otros que tienen aulas medio vacías es el camino para garantizar una educación de calidad. Una modificación de las zonas de escolarización será el punto de partida para zanjar muchos problemas.