Incendiarios impunes
No es de recibo que se haga daño a la naturaleza de manera intencionada y con total impunidad. En este comienzo de verano se ha asistido ya a varios episodios de fuegos en los que está detrás de manera directa y clara la mano del hombre, como el que se produjo el pasado miércoles en el término municipal de Jódar y que arrasó una superficie de cincuenta hectáreas después de permanecer activo durante 16 horas. Las labores de extinción del operativo del Infoca, en el Paraje de Peñarrubia del municipio galduriense, se complicaron más de lo habitual a tener que trabajar de noche y por las fuertes rachas de viento, circunstancias que ponen en serio peligro a los profesionales aunque, en este caso, no hubo que lamentar daños personales.
En la misma línea, desde el propio Ayuntamiento de la capital se hace hincapié en la intencionalidad manifiesta de los conatos que se han producido estos días pasados en pastos secos, pero muy cercanos a la zona forestal, que puebla la zona de las faldas del Castillo de Santa Catalina, unos actos vandálicos que se repiten de manera cíclica todos los años en cuanto llegan los meses de más calor. Hasta ahora, las llamas se han podido sofocar de manera rápida y sin llegar a males mayores, pero desde el Consistorio se requiere la colaboración ciudadana para poder frenar este tipo de delitos y poder conocer la identidad de los presuntos autores para poder detenerlos y actuar en consecuencia. Lo peor de estos asuntos es la impunidad con que se perpetúan, por la complejidad a menudo de dar con los culpables y encontrar pruebas que realmente los incriminen. Entre todos se puede frenar, con tolerancia cero hacia los incendiarios.