Freno a los accidentes

    21 oct 2021 / 15:30 H.
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    Los accidentes en el trabajo preocupan en un contexto de pandemia en el que crecen en número a pasos agigantados. Son diez las personas que perdieron la vida en el tajo, en lo que va de año, en la provincia. El último ocurrió el lunes pasado, cuando un joven de tan solo 25 años, procedente del sector de la hostelería, cayó desde un tejado al pisar un tragaluz. Los sindicatos ponen el grito en el cielo, con toda la razón del mundo, porque se trata de muertes que se podían haber evitado si todos, desde la responsabilidad individual, hiciéramos bien las cosas. La propiedad de la empresa tiene que poner los medios para evitar incidentes en su negocio, pero el trabajador está obligado a acatar las reglas del juego y, aunque a veces conlleva incomodidad y pérdida de tiempo, ya se sabe que más vale prevenir que curar. Invertir en prevención, a través de campañas informativas que recuerden la importancia de mantener la seguridad laboral, es una obligación tanto de las administraciones públicas como de los propios empresarios. Hay una legislación al respecto, pero falta atención, interés y financiación para llevarla a la práctica. La precariedad contribuye a que, irremediablemente, las estadísticas se disparen, pero para eso están las inspecciones, para frenar los accidentes antes de tener que lamentar una nueva muerte. Los sindicatos, que comparan la situación con la violencia de género, reclaman la creación de un juzgado específico y un delegado de Prevención Sectorial. Están convencidos de que las empresas que tienen representantes de los trabajadores están mucho más protegidas frente a los accidentes laborales. En todo caso, recordar el problema cada cierto tiempo es importante para tomar conciencia de él.

    Editorial