Freno a la tendencia laboral

No son buenas las noticias que revela el mercado laboral en una provincia que rompe la tendencia de descenso del paro de los últimos meses. La clave está en la extinción de los contratos en el sistema público de enseñanza, donde los interinos terminan ciclo en junio y empiezan uno nuevo en septiembre. Son muchos, demasiados, los contratos que se terminan en un verano que, sin embargo, suele estar salvado por la hostelería, un sector refugio para determinados sectores de la sociedad, sobre todo jóvenes y mujeres, los que habitualmente tienen más problemas para acceder a un puesto de trabajo. Lo que ocurre es que, en esta ocasión, no fue suficiente el tirón del turismo para conseguir dar la vuelta a la tortilla en una tierra en la que sus vecinos están mal acostumbrados a la estacionalidad. Urge, en este sentido, cambiar el modelo productivo con ímpetu privado y apoyo público, independientemente de que el dato interanual sigue siendo muy positivo, con una bajada en el último año superior al diez por ciento. El otoño se complica, con previsiones de la economía europea sobre un estancamiento o crecimiento bajo, lo que hace imprescindible apostar por la mejora de las condiciones laborales y salariales de los jiennenses para frenar la caída del poder adquisitivo de la clase trabajadora y de los pensionistas y aumentar el consumo interno. Hay sindicatos que claman por la reducción de la jornada de trabajo para aumentar las contrataciones, aunque la solución definitiva pasa por eliminar poco a poco la estacionalidad a través de la creación de empresas que apuestan por la innovación. Para ello es urgente y prioritario mejorar las comunicaciones con Jaén.