Falta de civismo en las calles

05 ago 2017 / 11:29 H.

La suciedad es un problema enquistado que, lejos de solucionarse, se acentúa. La queja generalizada de que la imagen de las calles de la capital deja mucho que desear se repite y, en una época propicia para el turismo, hace saltar las voces de alarma. Son los propios jiennenses los que ponen el grito en el cielo al ver cómo sus vecinos depositan sus bolsas y desechos en sitios tan representativos como el Refugio Antiaéreo. Ubicado en la Plaza de Santiago, tiene consideración de Lugar de Memoria Histórica de Andalucía, otorgado por la Junta. Sin embargo, una de las principales muestras de que la ciudad fue bombardeada el 1 de abril de 1937 es el fiel reflejo de la falta de civismo que existe. Son los residentes en la zona los que, bolígrafo en mano, llenan de carteles el monumento para apelar a la conciencia ciudadana. Están hartos de ver muebles viejos depositados en pleno recorrido turístico del casco antiguo. La inquietud no solo se centra en la imagen que proyecta la ciudad hacia el exterior, sino en los malos olores y la presencia de ratas cuando el calor más aprieta. La necesidad de instalar más contenedores en el entorno del casco antiguo se hace patente en lugares en los que la basura queda derramada por los suelos. De la misma manera, hacen falta políticas activas encaminadas al mantenimiento de un servicio de limpieza que genera demasiadas críticas. La acción del Ayuntamiento se convierte en un pilar clave para que Jaén gane en limpieza. Sin embargo, es fundamental la existencia continua de campañas de concienciación para que sean los propios jiennenses los que tomen nota de sus aciertos y sus errores y se conviertan en protagonistas para conseguir que la ciudad en la que residen sea un ejemplo.