Etapa esencial para el futuro

Cierto es que no es lo mismo votar a un alcalde que a un presidente de una comunidad, como tampoco al líder del Gobierno central. Hay quienes se decantan más por la persona que por el partido, o viceversa, lo que hace que pueblos enteros que votan ampliamente al representante del Partido Popular en las municipales, en las autonómicas respalden al Partido Socialista, por poner un ejemplo. Lo ocurrido en Madrid no tiene por qué extrapolarse al resto de España, pero sí marca una seria tendencia que hace que las fuerzas políticas empiecen a posicionarse y, sobre todo, analizar con lupa qué es lo que está pasando. La lectura de los resultados tiene, sin lugar a dudas, claros tintes nacionales, porque lo que hizo Madrid tras las mociones de censura de Murcia o de Castilla y León no fue otra cosa que adelantarse a Pedro Sánchez. Los pronósticos, sin lugar a dudas, se cumplieron. Arrasó Isabel Díaz Ayuso en las urnas, Pablo Iglesias se retiró tras la debacle y Ciudadanos quedó fuera del tablero. Ni que decir tiene que cada uno tiene que hacer balance de lo expresado por los ciudadanos en la cita con las urnas, sobre todo porque habrá elecciones a la vuelta de la esquina y hay mucho en juego. Nadie sabe qué consecuencias tendrá la retirada de Pablo Iglesias de la palestra de lo público después de una década de efervescencia y tampoco si regresará el bipartidismo con más fuerza. Seguramente fuerzas políticas como Vox tengan muchas más dificultades para captar el voto prestado del Partido Popular, que volverá a su lugar natural y que hará que Isabel Díaz Ayuso coma terreno, incluso, a Pablo Casado. En cualquier caso, se abre una etapa esencial para el futuro de España.