Escalada de terror y miedo

05 jun 2017 / 11:08 H.

Cuando aún continúan resonando los ecos informativos del atentado perpetrado en Mánchester, Reino Unido sufre, en menos de quince días, un nuevo ataque en el corazón del país, otra vez en Londres. El saldo, siete muertos y alrededor de medio centenar de heridos. Esta escalada de terror, en la que, desde hace unos meses, se imponen vehículos asesinos como nuevo modus operandi, tres hombres tiñeron de sangre la noche del sábado en la capital londinense al arrollar con una furgoneta a decenas de peatones. Posteriormente, se dirigieron a un mercado gastronómico, donde apuñalaron a varios ciudadanos. Finalmente, en una inmediata intervención de la Policía, fueron abatidos.

Corren tiempos complejos, en los que la actuación de “lobos solitarios” se han consolidado por parte de los terroristas islámicos como un modo efectivo de sembrar el terror y el miedo en los países occidentales. La propia primera ministra británica, Theresa May, ha anunciado una revisión de la estrategia antiterrorista del Gobierno con el fin de acabar con la que ha definido como “una de las grandes amenazas de nuestro tiempo”. Pero no solo debe abrirse una reflexión en ese país, especialmente azotado en los últimos ataques, sino que esta debe extrapolarse a un ambito internacional. La cooperación entre países es clave para acabar con el imperio de la violencia. Parece claro que se hace necesario un cambio de estrategia conjunto que logre poner freno a la cada vez mayor amenaza terrorista, que prácticamente tiene un alcance global. La colaboración entre países debe impulsar una nueva hoja de ruta que permita frenar a quienes tergiversan los postulados de su religión para instaurar el imperio del miedo.