Errónea moción de censura

El Congreso de los Diputados acogió la primera jornada del debate de la moción de censura encabezada por el economista Ramón Tamames con la intención de despojar del poder a Pedro Sánchez. Se trata de la sexta que se plantea en democracia y la segunda de esta legislatura y, aunque está falta de un programa en forma de alternativa, lo cierto es que está totalmente legitimada. La primera sirvió para certificar la ruptura entre el Partido Popular de Pablo Casado y el Vox de antes y de ahora y la segunda se presagia que no prosperará, pero sí hará las funciones necesarias para intentar adelantar la convocatoria electoral. Quiere demostrar Santiago Abascal que su oposición es más fuerte que la del partido que lidera Alberto Núñez Feijóo en la recta final de un mandato que el presidente quiere cerrar en diciembre. Sin embargo, es demasiado el riesgo que corre en un momento en el que las encuestas no juegan, precisamente, a su favor. Todo parece indicar que la idea de buscar una figura política de prestigio para provocar el consenso de una parte importante del Congreso de los Diputados será fallida. Sin embargo, lo que vive España en este momento sí que es un asunto serio como para vivirlo en primera persona, no sentado en un despacho detrás de un pantalla. Los asuntos expuestos por el economista están alejados del bombo y platillo y las extravagancias de Vox y, aunque no prosperará la moción de censura por falta de apoyo, sí es cierto que se trata de problemas reales y actuales que, por supuesto, no pueden sonar a broma. Todo lo demás es ruido en los prolegómenos de una cita electoral en la que los partidos se juegan un futuro que, a estas alturas de la legislatura, es totalmente incierto.