Enfado en el Puente Jontoya

Los vecinos que residen en el Puente Jontoya, apoyados en el movimiento Ecologistas en Acción, están en pie de guerra ante la inminente construcción de una planta de secado de estiércol en uno de los mayores lugares de descanso veraniego de los jiennenses. El sábado salieron a la calle para protestar contra un proyecto con el que no están de acuerdo desde el momento en el que tuvieron conocimiento. Apoyados en la opinión de los expertos, aseguran que la instalación no será inocua ni para el medio ambiente ni para las personas, fundamentalmente por el impacto que puede generar tanto en el medio ambiente como en las propias viviendas. Habrá que estudiar detenidamente la legalidad de la iniciativa, porque no es habitual que empresas de este tipo se asienten en un lugar sin todos los beneplácitos de la legalidad. Informar abiertamente a los perjudicados de las ventajas y los inconvenientes que acarrea una instalación de estas características es, en cualquier caso, una obligación, sobre todo cuando los ánimos están encendidos, con concentraciones y avisos de manifestaciones que no interesan a quienes tienen la sartén del poder por el mango. No cabe que una Administración intente despojarse del problema con excusas que denostan a los políticos. Tampoco es de recibo echar balones fuera con autorizaciones que pertenecen al pasado. No queda otro camino que reconducir la situación y, si es necesario, paralizar la construcción de la macroplanta hasta que haya claridad en la información y los vecinos estén conformes con una implantación que, además de malos olores, puede ser una generadora de puestos de trabajo.