En una Europa insolidaria

18 mar 2016 / 09:20 H.

Causa verdadera vergüenza e impotencia supina el drama de esas miles de personas que salen huyendo de la guerra en sus países y se encuentran en situaciones infrahumanas en medio de un continente que se supone solidario y civilizado como es Europa. Las organizaciones humanitarias alzan su voz a diario, como a diario llegan también imágenes y noticias cada vez más preocupantes y sin visos de una solución a corto plazo. Al contrario. El polémico preacuerdo suscrito recientemente entre la Unión Europea y Turquía levanta ampollas y la repulsa desde muy decenas de colectivos desde los más diversos ámbitos de la sociedad, y que supone la “devolución en caliente” de familias de refugiados que se encuentran con las puertas cerradas del sueño europeo.

El ministro en funciones Javier García Margallo ya ha anunciado que ese documento perfilado entre la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro turco Ahmed Davutoglu es “inaceptable” y, de hecho, cuenta todavía con obstáculos no solo políticos, sino jurídicos, que no están salvados. Ahora, desde la propia provincia, se genera un movimiento de apoyo que ha logrado aglutinar a diversos ayuntamientos y que, en señal de protesta por ese “pacto de la vergüenza”, han decidido retirar de las fachadas de los Consistorios la bandera de la UE, de manera simbólica. Reclaman que se articule una intervención de ayuda humanitaria urgente, en lugar de promover el regreso al infierno de refugiados en clara situación de desamparo. Ante la probable ratificación del documento en el seno de la UE, es de esperar que no se haga oídos sordos al clamor de la calle y de esos ciudadanos que hoy por hoy se sonrojan por pertenecer a esta Europa insolidaria.