El ejemplo de la provincia

    10 may 2021 / 11:14 H.
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    Se puede decir alto y claro que la provincia ha dado ejemplo en los primeros días sin estado de alarma y toque de queda. Las imágenes que se suceden en gran parte del país quedan lejanas para un tierra en la que no hay que olvidar que la responsabilidad para intentar que el virus no nos vuelva a encerrar en nuestras casas está en cada uno de nosotros. La primera madrugada se vivió como una verdadera Nochevieja con botellones en las principales plazas, gritos de libertad y fiestas totalmente descontroladas. El resultado fue desalojos en Barcelona, más de 450 intervenciones policiales en Madrid y detenciones en Palma de Mallorca, Sevilla o Valladolid. La falta de control y de distancias hace presagiar que lo peor, una vez más, está por llegar sin que nada ni nadie lo remedie. El vacío legal vivido durante el fin de semana deja entrever que hay muchas asignaturas pendientes en un Gobierno central que sufrirá un desgaste descomunal por la pandemia y por las acciones emprendidas para afrontarla. Es evidente que el estado de alarma estaba agotado después de haber sido aplicado hasta la saturación. Pero la falta de un plan alternativo tras su derogación demuestra que Pedro Sánchez mantenía la excepción por inercia. También es cierto que las comunidades, al principio, pidieron voz y voto para poder tomar decisiones durante la etapa más dura de la crisis sanitaria, y ahora que las tienen critican el exceso de libertad en las competencias. Queda claro que si los propios ciudadanos no ponen toda la carne en el asador para intentar que el coronavirus no se propague, serán los máximos representantes gubernamentales los que tengan que aplicar restricciones de dudosa legalidad.

    Editorial