El diagnóstico de la provincia
Llega el momento de hacer los balances económicos de cada año y, a tenor de los resultados de los informes que presentan los organismos preparados para el estudio y el análisis de los datos, los problemas se repiten año tras año y son más grandes los desafíos a los que se enfrenta esta provincia. Coincidieron el CES Local y Provincial en el diagnóstico de la situación de una tierra que no es ajena a los conflictos internacionales, como la guerra de Ucrania o la batalla campal de Israel, y que continúa con una excesiva dependencia de lo que ocurra en el olivar. El reto demográfico, el empleo y el cambio climático se alzan como los grandes retos, de presente y de futuro, tres asuntos de actualidad compartidos por otras provincias en España, aunque no en el mismo grado ni con igual intensidad. La despoblación que sufre la provincia es preocupante, sobre todo porque se van las generaciones más preparadas de la historia, pero la dinámica no es comparable con otras ciudades del interior. Dicen los expertos que no es conveniente emplear términos despectivos, tales como vacío o invierno demográfico, a situaciones de baja densidad o demografía regresiva, porque pueden contribuir a estigmatizar aún más a los territorios que están perdiendo posiciones, desincentivar inversiones públicas o localizaciones privadas que reforzarían la sobre-emigración, la desconexión y la dependencia. Hace falta trabajo y el olivar es un puntal de la economía, por lo que es necesario implementar políticas que impulsen la competitividad de las empresas fomentando la bioeconomía circular, es decir, un modelo económico que busca la utilización sustentable de la biomasa. La digitalización y la innovación jugarán un papel crucial.