El camino de la sanidad

    29 ene 2023 / 16:00 H.
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    La sanidad es una de las principales preocupaciones que tienen los españoles después de la irrupción de la pandemia en nuestras vidas. Nunca se valoró más y mejor un sistema público que está claro que funciona y que, sin embargo, vive ahora sus horas bajas por la falta del cariño institucional sobradamente demostrado y reconocido, incluso, por los propios profesionales. No es un problema de infraestructuras, que también, sino de personal.

    La saturación es el principal obstáculo al que se enfrentan tanto quienes trabajan en alguno de los servicios como los propios usuarios. Nadie puede negar que cada vez es mayor la espera para una operación, para una consulta hospitalaria y, fundamentalmente, para asistir al médico de cabecera. La creación de la titulación de Medicina en la Universidad de Jaén contribuirá a que, en un futuro, haya más mano de obra. El problema es que son cada vez menos los universitarios que optan por la Atención Primaria y, en este sentido, la solución no es fácil ni siquiera cuando el Gobierno central se disponga a sacar más plazas para cubrir la demanda que existe, con el añadido del tiempo que se necesita para suplir esas ausencias tan evidentes. Ya es tarde para el corto plazo, precisamente, porque quienes están al mando de las administraciones con competencias en la materia no tuvieron luces largas a la hora de planificar un modelo sanitario que fue la envidia de ciudadanos que, en otros países, no tienen acceso a un sistema de este tipo de forma pública, sino de manera privada. Ni que decir tiene que la construcción de la Ciudad Sanitaria también contribuirá a mejorar la calidad de los servicios que ofrece la sanidad pública, además de convertir a este sector en un ejemplo de eficiencia que ahora es imposible de conseguir con la dispersión de edificios que existe. Sin embargo, no hay plazos para ver convertido en realidad un proyecto que empezaron a reclamar los propios profesionales hace más de dos décadas, algunos de ellos ya, incluso, fallecidos, pero que pusieron su grano de arena para que alguien se tomara en serio este problema.

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