Ejemplo de cultura segura

    09 dic 2020 / 16:20 H.
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    El Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza es una muestra clara, en tiempos de pandemia, de que la cultura es segura. Son muchos los profesionales que están de brazos cruzados desde que estalló la crisis sanitaria y la programación de un evento de estas características fue un halo de esperanza para todos ellos. No es una edición calificada de normal, pero lo que se cuece en el escenario y entre el público sí es muy parecido a lo que se siente en una situación de normalidad. El 20 de noviembre se estrenó la vigésimo cuarta edición de una cita que se acerca al cuarto de siglo de historia, un evento que es capaz de unir en un mismo programa el patrimonio cultural de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad con la recuperación de la música antigua, con la innovación y dando nuevo fuste al género a través de la investigación y la puesta en escena de repertorios únicos. La publicación de libros del festival y grabaciones hechas para cada ocasión especial demuestran el amplio catálogo de una convocatoria ineludible con la música. La edición de 2020 estaba llamada al aplazamiento e, incluso, a la suspensión. Sin embargo, la organización, después de estudiar a fondo la situación, readaptó el programa a la perfección para que no solo el espectador pudiera disfrutar de los conciertos en directo presencialmente, sino también, por primera vez, de forma virtual, por lo que el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza se hace, en tiempos de pandemia, más internacional. Las medidas de seguridad está garantizadas y son muchos los artistas que, después de mucho tiempo sin pisar un escenario, reviven el encuentro con el público que tan necesario es para que la cultura, en estos tiempos, no decaiga.

    Editorial