Diversión más allá del alcohol
El recinto ferial bullirá de actividad hoy y no, precisamente, porque la feria de San Lucas se haya adelantado siete meses en el calendario. Como en anteriores ediciones, allí se dan cita los jóvenes de la capital y buena parte de la provincia para celebrar lo que ya se ha convertido en una cita casi institucional: la Fiesta de la Primavera. La estimación es que entre seis mil y ocho mil chicos y chicas se encuentren en ese espacio a las afueras de la ciudad con la excusa del cambio de estación y aprovechando el inicio de las vacaciones de la Semana Santa.
Desde instancias municipales se hace el obligado llamamiento a un comportamiento responsable y cívico, con la recomendación de que se realice un consumo “sensato” de alcohol. Ya que a todas luces parece perdida la batalla por una juventud abstemia, al menos, se intenta que la bebida no haga demasiados estragos, con campañas de concienciación y un operativo in situ dispuesto a actuar si es necesario. Frente a esa filosofía, deberían promoverse actividades atractivas, lúdicas o culturales, con el imán necesario para involucrar a un sector de la población del que poco se ocupan los dirigentes políticos pero que, desde luego, cuando son mayores de edad tienen voto como cualquiera. La falta de ofertas para los jiennenses en general se hace más sangrante en los jóvenes, una gran asignatura pendiente que no puede ni debe solventarse con una cita al año dedicada a beber al libre albedrío. Dejar en la conciencia de cada uno de ellos el límite del consumo parece realmente una dejación de funciones no solo ya de los dirigentes políticos, por lo que les toque de iniciativas a su medida, sino de las familias y de la sociedad en general.