Discriminación lamentable

10 ene 2018 / 08:59 H.

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Así lo establece, desde hace casi cuatro décadas, el artículo 14 de la Constitución Española. Al igual que ocurre con muchos de los contenidos reflejados en la Carta Magna, no siempre lo establecido alcanza el grado de materialización que sería deseable y en la España del siglo XXI aún sigan registrándose numerosos casos de discriminación en cada uno de los aspectos enumerados en la ley de leyes. En este sentido, Fundación Secretariado Gitano vuelve a registrar, en su habitual informe, más de doscientos casos de discriminación hacia personas de esta etnia en todo el país. Aspectos como empleo, los bienes y servicios, la vivienda, la sanidad, la educación y los medios de comunicación son en los que más se suelen dar estas situaciones indeseadas. Asimismo, según se informa desde esta entidad, tal y como recogía este periódico en su edición de ayer, se tiene constancia de ocho casos en la provincia jiennense. Los clichés y los sambenitos de los que son objeto algunos sectores de la población colocan a sus miembros en el punto de la diana y consolidan muros levantados a lo largo de los siglos que es necesario derribar. La educación, para formar en esa ansiada igualdad a las generaciones venideras, y la cultura, para enriquecerse con el conocimiento de otras maneras de pensar, sentir y vivir, son dos buenos instrumentos con los que caminar en la senda de la lucha por la discriminación. El juicio por el color de la piel, por a quién se rece o por lo que se piense debe estar desterrado de una sociedad moderna y desarrollada.