Conciliación laboral en verano
El curso escolar está a punto de terminar y, en dos semanas, las familias se enfrentarán a un problema que se repite cada año sin que haya avances en los servicios públicos de pueblos y ciudades. ¿Cómo conciliar la vida laboral y personal? Hay prestaciones, en forma de campamentos y escuelas de verano, que funcionan a la perfección para que los padres y las madres puedan continuar su trabajo mientras los más pequeños de la casa están en un lugar que ofrece garantías de educación. Sin embargo, son pocas las plazas que ofertan los ayuntamientos en líneas generales y, además, el acceso es, en ocasiones, un verdadero problema. No hay más que ver lo que ocurrió en la capital el primer día de apertura del plazo para solicitar las escuelas municipales de verano, dirigidas a niños de entre cinco y quince años. Todo quedó agotado en apenas horas y, en el caso del mes de julio, en apenas minutos, lo que demuestra la inquietud que tienen las familias ante la proximidad de la época vacacional. La solución llega, en muchas ocasiones, a través de la iniciativa privada, lo que supone una merma en los recursos de la economía doméstica que, en algunos casos, resulta imposible de pagar. Y es aquí, precisamente, cuando afloran las contrataciones encubiertas como única medida para tener a los menores bien atendidos. Es importante que las administraciones públicas con competencias en la materia aumenten sus inversiones para ayudar a los jiennenses en una situación que complica la conciliación y que hace que, en la mayoría de las ocasiones, sean las madres las que se vean obligadas a sacrificar sus carreras profesionales para poder atender a sus hijos. Ocurre en pleno siglo XXI.