Comercialización de aceite

Recuperar el mercado internacional del aceite de oliva es uno de los principales objetivos que tiene el sector después del parón que supuso el cierre de fronteras por culpa de la pandemia del coronavirus y de los aranceles que impuso el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos. Sin embargo, poco a poco hay visos de regresar a una normalidad que, además, viene acompañada de precios razonables para que los agricultores puedan presumir de haber ganado una importante batalla a las grandes comercializadoras. Cubrir los costes de producción era, más que una meta, una necesidad manifiesta que, mes a mes, se sostiene en el tiempo para sorpresa y admiración de todos. Hay subidas y bajadas, sin embargo, en las salidas al exterior, con una reducción del 10% que los expertos consideran que será circunstancial, pero en líneas generales la campaña está siendo de récord, ya que durante los nueve primeros meses del año se puso en el mercado el mayor volumen de aceite de oliva y, además, virgen extra. Lo mismo ocurrió con las exportaciones agroalimentarias en Andalucía, que alcanzaron los 5.945 millones de euros en los primeros cinco meses de 2021, su mejor registro. La provincia tiene un sector estratégico, el del olivar, que empieza a extraer el jugo del rendimiento con apuestas individuales y colectivas que caminan hacia la consecución de un objetivo clave: conseguir que el valor añadido se quede en casa. Y, para ello, será fundamental invertir en envasado, huir de las ventas a granel y hacerse valer en el mundo con un producto respetado y querido por los más exigentes paladares. Si por algo que conoce Jaén es, sin lugar a dudas, por su oro líquido.