Camino hacia la normalidad

El final del estado de alarma marcará un antes y un después el próximo domingo. Es uno de los días más esperados desde que estalló la pandemia y, aunque nadie puede decir que la crisis sanitaria terminó, lo cierto es que la situación permite abrir las puertas hacia la esperanza de la recuperación de par en par. La Junta, después de la reunión del comité de expertos, marcó las pautas del camino hacia la normalidad para las ocho provincias andaluzas que, aunque con restricciones, permiten más movilidad y, sobre todo, un mayor dinamismo en la economía, fundamentalmente en un sector tan castigado como es el de la restauración y el ocio nocturno. La nueva situación marca un punto de inflexión, un esperado punto de partida que llevará a volver a nuestras vidas de la forma más parecida posible a la que teníamos antes de 2020. Contener la propagación del virus tiene que ser compatible, sin embargo, con los tribunales, de tal forma que las órdenes que marque cada comunidad deben estar perfectamente estudiadas para que nadie vea vulnerados sus derechos fundamentales. Los ciudadanos necesitan poder tener plena confianza en sus gobiernos, de tal forma que la decisión que tomen en un momento determinado se mantenga en el tiempo sin generar más relatos de incertidumbre que recuerdan a los primeros tiempos de la pandemia. Hacer una planificación de las medidas cada vez a más largo plazo dependerá del porcentaje de inmunización de la sociedad andaluza, que se espera en torno al 40% con las dos dosis para cuando empiece el verano y un 70% con la primera. Es la única manera de poder organizar la actividad económica de una manera seria para empezar a andar de nuevo.