Bondades del empleo agrario

    17 jul 2021 / 16:44 H.
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    El Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) es un balón de oxígeno para aquellos jiennenses que no tienen un puesto de trabajo estable y que, a través del Ayuntamiento de su pueblo o de su ciudad, tiene la opción de reunir una serie de jornales que, a la postre, le permitirán acceder a unos meses de subsidio. Significa mucho en cuanto a fijación de la población a su territorio, porque hay quienes se ven frenados por este proyecto a la hora de buscar una alternativa laboral fuera de su tierra e, incluso, fuera de España. Basta con ver las campañas de recogida de fresa, de manzana, de uva o de espárrago en las que trabajan nuestros vecinos, de forma obligada, ante la falta de alternativas en sus respectivos lugares de origen. La Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Jaén firmaron ayer un convenio para la financiación de los materiales que son necesarios para ejecutar los proyectos de obras y servicios incluidos en el PFEA del presente ejercicio. Son más de diez millones de euros los que llegarán a la provincia para unos trabajos cuyo coste de mano de obra supera los veintitrés millones de euros. Son importantes porque mueven la economía de los municipios, a través de la compra de materiales en las empresas cercanas, porque generan puestos de trabajo, aunque sean reducidos y esporádicos, y porque suponen mejoras en calles y plazas que, de otra manera, sería mucho más complicado de conseguir. Lo que sí es cierto es que es recomendable que haya un reparto equitativo de los programas y, sobre todo, que los jiennenses no se queden a la espera de esos quince o veinte días de trabajo, sino que cojan las riendas de su futuro, sean emprendedores y creen en sus posibilidades.

    Editorial