Bajada de la tasa de alcohol
Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de mortalidad entre la población joven y, aunque hoy en día hay campañas informativas que contribuyen a concienciar sobre la responsabilidad de ir al volante, lo cierto es que todas las medidas pensadas para reducir la siniestralidad son bienvenidas. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, apuesta por impulsar los trámites parlamentarios para bajar la tasa de alcohol en sangre, convencido de que la sociedad española está lo suficientemente madura como para aceptar este cambio en positivo para todos. Se trata de un propuesta que tiene en estudio la Dirección General de Tráfico y que el Gobierno está por la labor de ponerla en práctica una vez que esté aprobada la teoría. La modificación tendría lugar mediante el artículo 20 del reglamento general de circulación, lo que implicaría el concurso de las diferentes fuerzas parlamentarias para que se apruebe y España se alinee a otros países como Suecia. En junio ya se planteó el proyecto de la rebaja, pero para conductores noveles y profesionales. Los argumentos de los expertos son, en cualquier caso, indiscutibles: la ingesta de bebidas alcohólicas o de drogas figura como factor determinante en la mitad de los accidentes de tráfico y está presente también en el 26% de los fallecimientos que se registran anualmente en la carretera. Está clara la incompatibilidad de conducir con tomar sustancias que alteran el comportamiento y el sentido de la responsabilidad, por lo que el objetivo que todos tenemos que asumir es el de llegar a la tasa de consumo cero, tal y como ya tienen en marcha otros países de la Unión Europea. Ese es el camino, aunque cueste asumirlo.