Apoyo a la empresa local
El incentivo público a iniciativas privadas que crean empleo, generan negocio entre las empresas de la zona y cuentan con personal de la provincia para desarrollarse debe ser una prioridad de buen gobierno. Para eso existen un tipo de subvenciones que ayudan a poner en marcha, a poner los cimientos, de lo que serán futuras empresas. Ayudarlas en los primeros pasos o cuando se decide una ampliación para ganar mercado o aventurarse a nuevos negocios es fundamental y revierte en la sociedad. Las buenas intenciones están detrás de ayudas a proyectos que se planteaban como históricos y que, finalmente, quedaron en nada. Así los intentos para generar tejido industrial que diera trabajo a todos los desempleados de Primayor quedaron en nada. El proyecto que estuvo a un paso de cuajar fue, sin duda, el de Dhull, sin embargo, cuando el sistema financiero y piramidal de la familia de Ruiz Mateos cayó, como el castillo de naipes que era, las ilusiones de tantos jiennenses por encontrar un trabajo quedaron en nada. En este caso, además, el dinero público (4 millones de euros) financió, en teoría, la construcción de las naves de la factoría. Ahora es la propia Junta de Andalucía la que reclama en el concurso de acreedores que le sea devuelto el dinero. La intención era loable, pero hay que prestar más atención a los empresarios jiennenses que trabajan aquí y, en ocasiones, no encuentran precisamente el camino fácil. Degusta Jaén está enfocado a otro tipo de negocios y pequeñas empresas, pero es fundamental precisamente por eso. Premia unos valores de calidad y la proyección del trabajo bien hecho. Quizá de algunas de estas pequeñas firmas salgan grandes empresas.