Andalucía centra las miradas

Todas las miradas están puestas en Andalucía. Las elecciones autonómicas celebradas el domingo pasado marcan tendencia en un país en el que se demuestra que cada vez está más dividido el voto. Los representantes de partidos políticos y de las administraciones que gobiernan el país miran hacia el sur, con el temor en unos casos y con la ilusión en otros, de que el “terremoto” vivido en las urnas tenga su réplica en las citas que se avecinan. El espectacular vuelco experimentado en las fuerzas relacionadas con la izquierda —con el evidente hundimiento socialista y el fracaso de la confluencia de Adelante Andalucía— y la irrupción de VOX hacen que el escenario que viven los andaluces, en la actualidad, sea totalmente inédito. Si se cumplen los pronósticos, la derecha gobernará en la comunidad por primera vez desde que existe la autonomía. El generalizado desencanto de la ciudadanía hace que se repita una situación parecida a la de las elecciones generales de 2014, pero a la inversa, cuando Podemos sorprendió a propios y a extraños. Sin embargo, en tiempos de populismo, la presencia de partidos de ultraderecha como el que lidera Santiago Abascal no puede sorprender y, de esta forma, anticipa lo que puede ocurrir en unas elecciones generales por cuyo adelanto, por cierto, claman quienes más intereses tienen en forzar el cambio. Ningún representante político de los que sostienen el bipartidismo debería estar contento con los resultados, ni el PSOE, cuya bajada es estrepitosa, ni el PP, que no solo disminuye en votos y escaños, sino que ve cómo fracasan sus mensajes críticos hacia VOX para no perder electorado. Escudados en el desplome socialista, los populares harán lo posible para armar una coalición y gobernar.