Alicientes para el turismo
La organización de una programación navideña cada vez más cargada de actividades hace que la provincia tenga una gran oportunidad para crecer en términos turísticos en una época propicia para elegir ciudades y municipios situados en el interior. La capital registra un lleno completo durante unos días en los que el bullicio en la calle es un obviedad. El problema es que llega el puente y, en lugar de apostar por la tierra, resulta habitual que los jiennenses elijan otros destinos, fundamentalmente segundas residencias situadas en la costa. El sector servicios es, sin lugar a dudas, el que más beneficios extrae en el preludio de las fiestas navideñas, cuando el alumbrado, la música, los mercadillos y los belenes sirven de atractivo para pisar la calle y, a la misma vez, consumir en los establecimientos hosteleros, algo que también repercute de manera positiva en el comercio local, necesitado de actividades que dinamicen la capital para contrarrestar la competencia de las grandes superficies. En cualquier caso, en la recta final de otoño, el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas es el que gana por goleada en la oferta jiennense de los visitantes, aunque tampoco bajan del ochenta por ciento las ciudades patrimoniales de Úbeda o Baeza y la propia Jaén. La gastronomía juega un papel esencial en un contexto en el que la llegada de tres nuevas estrellas Michelin a la provincia es un aliciente más para incrementar las pernoctaciones y contribuir a alimentar una asignatura pendiente en la tierra del mar de olivos: prolongar la estancia. El puente y las celebraciones navideñas hacen pensar en que el desempleo bajará durante unos meses en los que ya no es sólo la aceituna lo que genera puestos de trabajo.