Algo más que tomar nota

Si no fueran suficientes los avisos que está dando el coronavirus, especialmente en esta fase de brotes continuos en los que se multiplican exponencialmente los contagios y aumentan las hospitalizaciones, ya se encarga la sociedad y sus agentes de amplificarlos, acotarlos y analizarlos para advertir de las brechas que tiene nuestro sistema sanitario y sociosanitario, también el educativo. La nueva fase de brotes, lejos de remitir, mantiene una tendencia en la que no se descarta una nueva ola de la pandemia. El debate no está en si se alarma o no a la población, sino en si nuestras estructuras y servicios están preparados para afrontar una nueva ola, aplicando el supuesto aprendizaje que debimos interiorizar en la primera. Es preocupante que colectivos de indudable implantación social adviertan a las administraciones con urgencia de los peligros latentes y las debilidades. Directoras y directores de los centros educativos jiennenses alertan de que no pueden garantizar un entorno escolar seguro porque no tienen medios; el sindicato de enfermería señala la falta de camas hospitalarias en Andalucía para pacientes críticos; el consejo general de la institución colegial médica reclama un sistema de vigilancia epidemiológica de “primer nivel” y así una lista considerable de brechas detectadas, con la patronal de las residencia de mayores casi suplicando medios porque si llega otra ola, dicen, será peor. Cada cual en sus competencias, pero especialmente la Junta de Andalucía, que las tiene casi todas, deben escuchar y evaluar para hacer algo más que tomar nota. Y el Gobierno de España, cohesionar y coordinar con pulso firme. Ya no se puede alegar que no estamos avisados, que el virus nos tomó por sorpresa.