Nuevos comienzos

    03 jul 2022 / 16:38 H.
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    El día 29 de junio la iglesia celebra la solemnidad de San Pedro y San Pablo. Dada la importancia de estos dos Santos es bueno que nos unamos a esta celebración, que aunque ya ha pasado podemos recordarla y reflexionar sobre ella, pidiendo al señor especialmente en este día por el Papa, puesto que este día es tan bien el día del Papa. Parece ser que la fiesta de estos dos Santos se celebra junta porque en ese día para evitar que fueran robados los cuerpos de ambos se llevaron a la catacumba: el mismo día y al mismo lugar. Posteriormente cuando se construyeron las respectivas iglesias se llevaron allí, desde la catacumba, los restos de ambos Santos. Estos dos Santos son un ejemplo de la santidad de la Iglesia, puesto que ellos dieron la vida por Jesucristo y son pilares de la única iglesia de Jesucristo. San Pedro recibió directamente del señor el mandamiento de dirigir la iglesia: “Y yo te digo tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella” y San Pablo desde su conversión recibió el encargo de dar a conocer al maestro, al que tanto había perseguido anteriormente, por todo el mundo. Es bueno, en este tiempo turbio en el que tanto se ataca a la iglesia, que estemos formados; y para ello es importantísimo la catequesis, pues sin conocimiento —por ejemplo— del Catecismo de la iglesia católica es muy difícil seguir a Jesucristo. San Juan Pablo II mandó elaborar el último catecismo que es una joya de un valor incalculable y que los cristianos católicos tenemos el deber de conocer para saber el contenido de nuestra fe, su riqueza y la grandeza de su mensaje. Por lo tanto yo en este día ánimo a los cristianos católicos a la constancia en la formación; y en esa formación entra por supuesto también la lectura asidua de la Biblia y en especial del Evangelio, para que como dice San Josemaría, cuya fiesta también hemos celebrado en estos días: ”Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo.” No se puede amar lo que no se conoce, y hoy por desgracia falta mucho conocimiento, y por lo tanto nuestra fe no tiene: firmeza, ni solidez; por lo tanto adelante en la formación, para que Cristo y su santísima Madre lleguen —como el agua cristalina y clara de un manantial— a nuestras vidas.

    Comienza ya, oficialmente, el verano y con ello, una temporada en la que salimos más a la calle, hay más ocio, las noches oscurecen más tarde y las calles se llenan de bullicio y de alegría. Son momentos para recuperar la alegría, pero no conviene olvidar que el coronavirus sigue ahí y que, de hecho, se habla de una séptima ola, no tan f uerte ya como las anteriores ni tan mala, pero que ahí está en estos momentos y que no conviene olvidar porque, con sus más y sus menos no deja de ser una enfermedad. Eso si, no puede dominar nuestra vida proque como dicen los mismos médicos existen otro tipo de virus y de resfriados y enfermedades. Están ahí y son lo más normal del mundo. Y por ello es normal que el mundo vuelva a abrirse, con fuerza y que las situaciones vayan a mejor siempre. Toca renovarse y no despediciar la vida mientras tanto porque ya hemos perdido mucho. Eso si, eso no quita que haya que estar alerta, pero con tranquilidad, Es un comienzo nuevo sin lugar a dudas y yo no sé si como se decía al principio de la pandemia saldremos mejor de esto o no, pero salir saldremos. Estamos saliendo, volviendo a la vida y eso ya es simplemente una señal clara de que la vida no tiene freno, de que toca vivirla y esperemos que con mayor tranquilidad que en los últimos tiempos, que han sido muy convulsos. Hasta el punto de hacer bromas como sid e una trilogía apocalíptica se tratara: priomero la covid, después la guerra, ahora la gran subida de precios —que no deja de estar vinculada con asuntos de la guerra, pero, bueno, en ello se está—. Mientras, los cambios dejarán un mundo nuevo que no será como el de ayer, ni como el de mañana, pero es que el mundo tampoco era igual en el Siglo XV y yo diría que, dentro de las dificultades y muchas malas decisiones, al final siempre hemos logrado salir victoriosos y que la sociedad ha avanzado. Esperemos que al cosa siga así porque ahora seguimos afrontando cambios y situaciones complicadas, probablemente nunca deje de ser así porque a cada momento de la historia le toca vivir algo distinto, lo que sí que es cierto es que, al final, el resultado que quedará para la posteridad es que las decisiones tomadas y lo que vaya sucediendo. Así que en nuestras manos está seguir evolucionando y que mejore nuestra forma de vida y la forma en la que vive la sociedad ya no solo española, si no a nivel mundial. Retos complicados, a buen seguro quebraderos de cabeza fuertes en momentos en los que era mejor que todo se nos sirviese en la misma mano, pero, sin duda, el camino se demuestra andando y uno se hace más fuerte conforme lucha con sus propias convicciones en busca de que mejoren las situaciones que vive. Igual me equivoco y en unos meses estamos hasta peor, se diría en según que casos que eso puede ser imposible. Otro giro de guion, una vuelta de tuerca en la que además de una pandemia que ha matado a millones de personas y una guerra suceda algo más. Parece improbable, pero también es cierto que si hace tres años nos hubieran dicho que poco después todo el mundo se pararía, nos reíriamos. Pues a reír, y a bailar y saltar y no pensar demasiado y ser perfecto. Al final todo se trata de vivir, vivir, vivir.

    Cartas de los Lectores