Jubilarse a los setenta, o más
Doctores de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra nos dejan unas claras pinceladas, de las que he elaborado un extracto, sobre el sentido de la mortificación cristiana. “Cuanto mayor es el amor, más encendidas son las palabras y más generosas y sacrificadas las obras”. Por eso, los cristianos enamorados de todos los tiempos se han esforzado por manifestar su amor a Dios con: la oración, los hechos y los sacrificios; respondiendo así al amor de Dios manifestado en su: enseñanza y en el más alto sacrificio en la Cruz. ¿Qué actitud mostró Jesús ante las prácticas penitenciales?: A la luz del valor de la muerte de Cristo en la cruz, por la que los hombres son redimidos de sus pecados, los cristianos entendieron que las prácticas penitenciales —sobre todo el ayuno, la oración, la limosna y cualquier sufrimiento”— no sólo se ordenaban a la conversión, sino que podían asociarse a la muerte de Jesús para corredimir con Él. Hay cosas que no comprendemos. Sólo podemos acercarnos a ellas con fe y con amor. ¿Por qué Jesucristo murió en una cruz? ¿Fue necesaria esta horrible pasión para liberarnos de nuestras oscuridades interiores? Desde luego que no. Dios habría podido perdonar nuestros pecados de mil maneras distintas, o simplemente no perdonarlos. Jesucristo, ha elegido la más impresionante, aquella que manifiesta más claramente la locura de su gran amor: se ha hecho uno de nosotros, y ha compartido las alegrías y durezas de nuestra vida hasta el extremo. En el Cristianismo, la mortificación nunca busca el dolor por el dolor. Es por ello por lo que para entender y darle sentido a la mortificación del cuerpo hay que ver la sonrisa de Juan Pablo II o la paz de Teresa de Calcuta en medio de los más pobres entre los pobres. Si entramos en el fondo, encontramos que la mortificación del cuerpo responde fundamentalmente: a nuestro propio dominio y al embellecimiento de la persona. Desde la perspectiva de estos teólogos se pueden descubrir estos destellos clarificadores del sentido de la mortificación. Junto a la Cruz de Cristo: la ofrenda de nuestra vida, nuestros sacrificios, nuestras enfermedades y nuestro dolor ofrecido, son el auténtico e imprescindible pasaporte para el cielo.
Un partido que quería asegurar la impunidad con que saqueaba al país, hizo en 2015 unas leyes, rechazadas por los parlamentarios de todos los demás partidos, para amordazar las protestas. Unidos todos ellos, echaron a ese corrupto y antidemocrático PP, que cada día debe sentarse en el banquillo por sus enormes abusos. Corrompidos también por dinero o poder excesivo otorgado, la gran mayoría de los sindicatos policiales, y apoyados, como es lógico, por el PP y su hijo legítimo, Vox, tan fuertes en Madrid, se han manifestado para mantener esa estructura de Estado policial, impune hasta el punto de prohibirse sacar imágenes de su actuación. Aun juntando a policías de toda España y partidarios del PP-Vox, de los 150.000 que presumían, incluso tras el acto a favor de sus abusos, haber reunido, la Delegación del Gobierno ha cifrado su número en 20.000, los que apenas caben en la Puerta del Sol en que han comenzado la marcha, e incluso ahí, comenta la agencia EFE, “se podía caminar sin dificultad”.
Por mucha manipulación que hagan, por mucho virus que propaguen, por mucha Gobernanza, por mucho Nuevo Orden Mundial, por mucha desacralización de la Iglesia Católica, por muchos artilugios y maleficios de Satanás, aunque los montes se desplomen y el mar inunde la tierra, yo sigo creyendo en Cristo mi Rey, mi Dios, mi Salvador. Nada ni nadie puede apartarme del amor de Cristo. Porque, lo cierto es que al final de todo, Cristo y yo somos mayoría absoluta.
Oyendo la radio escuché que el Círculo de Empresarios propone subir la jubilación a los 70 años. Al parecerme una burla, eché una ojeada al calendario para ver si eran los Santos inocentes. Pero no. Inconcebiblemente, quienes se desembarazan de trabajadores con experiencia y perfectamente válidos cuando entran en la cincuentena, que son los mismos que tampoco contratan a mayores de 45 años cuando se quedan en paro, proponen ahora la jubilación a los 70. O sea, ¿ustedes que cada día introducen robots en sus negocios para suprimir puestos de trabajo, piden ampliar la edad de jubilarse? En sus empresas, ¿cuántos llegarían a los 70? Y, ¿cuántos jóvenes podrán acceder a un mercado laboral cada vez más reducido? Sean serios. Cuando en España exista pleno empleo, y los mayores que están en el averno del paro tengan oportunidad real de reenganche, nos vuelven a contar lo de subir la edad de jubilación, que así los jóvenes no tendrán que esperar aún más años a que unos pocos veteranos se jubilen.
