Proteger la vida

Más de veinte minutos estuve esperando al autobús en mi parada del Bulevar. Más de veinte. Y en la parada, en la marquesina vi una cosa muy graciosa. Resulta que te anuncian que hay una aplicación, que una vez me descargué, no hubo manera de que me dijera el tiempo que tardan en pasar los autobúses o, incluso mejor, porque sería más efectivo, claro, que me dijera el tiempo que queda para que el bus esté en mi parada. En la mía o en la de cualquier parada en la que haya alguien esperando. Sin embargo, no fui capaz de verlo en ningún lado. Y pasaron esos veinte minutos largos y cada vez era más posible que llegase tarde a donde tenía que ir y ningún bus pasaba y, francamente, tampoco tenía mucha pinta de pasar de pronto de forma milagrosa, así que, al final, me tocó tomar la decisión más acertada. Volverme sobre mis pasos y llamar a un taxi. Me pregunto para que anuncian a bombo y platillo una aplicación que no te saca de ningún tipo de duda más allá de decirte las calles por las que pasa cada línea. Algo muy efectivo y necesario cuando tienes que ir a un sitio a determinada hora. No, mejor tenerte más de veinte minutos esperando y sin tener ninguna idea de si el autibús va a llegar a tiempo o no. Sin duda, es la decisión más acertada. Espero que se entienda que todo esto es irónico porque me sorprende que existan este tipo de aplicaciones y se anuncien de esta forma cuando su utilidad es menor que cero. Pensaba que igual podrían cambiar ciertas cosas, como hacer que funcione mucho mejor y saber lo que tarda un autobús en llegar. En realidad es lo único que queremos saber al estar en una parada. Gracias por la comprensión.

El día 13 de mayo celebra la Iglesia católica la fiesta de la Virgen de Fátima, una fiesta muy entrañable para todos los cristianos. La Virgen siempre aparece en el panorama de nuestra existencia cuanto más la necesitamos y esto sucedió en el año 1917. Año de las apariciones en el que el mundo estaba empezando a vivir convulsiones peligrosas; empezando con la Primera Guerra mundial, después la guerra de España —que tuvo un peso importante en la vida de millones de españoles—, y después muy próximo a ello La Segunda Guerra mundial, de atroces consecuencias. El comunismo en Rusia también traería: muerte, destrucción, sufrimiento y todo tipo de calamidades; y todo llevado a cabo por unos personajes que con una gran dosis de odio y de venganza querían cambiar para su beneficio el panorama mundial; y de esta manera llegó La URS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, un muy desagradable descalabro para el mundo. vino la Virgen a Cova de Iría para a través de esos pastorcillos, que no tenían nada, anunciar la predicción de aquellos hechos y de otros muchos y avisar que el camino para que aquello se acabará con prontitud fuese el: rezo del Rosario, y la mejora de nuestras vidas y costumbres, y además la práctica de la virtud fundamentalmente de la caridad y todo según las normas dispuestas por la Santa Iglesia católica y apostólica. Al principio a los pastorcillos Francisco, Jacinta y Lucia se le pusieron una y mil trabas hasta que la Iglesia vio con claridad que lo que los niños decían era ciertamente lo que la Virgen les transmitía. En aquellas hazañas guerreras del siglo XX hubo muchos muertos y muchos heridos y muchas calamidades y muchos oprobios. El comunismo arrasó con millones de vidas, el nazismo también. Nada tenía sentido y se sufrió y mucho. Al final la gran estructura comunista cayó se derrumbó el muro de Berlín y se deshizo la Unión Soviética, pero aún quedan muchos rescoldos que están trayendo mucha violencia y mucha ingrata incongruencia. Oriente contra Occidente, Rusia contra la OTAN, Ucrania masacrada, y un desaliento generalizado invade el mundo civilizado, digo el mundo civilizado: aunque entiendo que todo es apariencia, pues si no fuera apariencia no sucedería lo que de hecho está sucediendo.

Recientemente se ha puesto en marcha el teléfono para la prevención del suicidio que es la primera causa de muerte no natural en Cataluña, la segunda en Baleares, la tercera en Madrid y es ya una cuestión de urgencia vital, nunca mejor dicho. Tenemos una tasa muy alta de suicidios: cada día se llevan a cabo 11 suicidios. Las causas son variadas, y quizás el problema se ha agudizado por el tiempo de pandemia que hemos vivido con sus consecuencias nefastas de crisis económica, pérdida de empleo etc ..Cualquier iniciativa es bienvenida para ayudar a los que se encuentran en esta situación desesperada. Pero es un contrasentido que a la vez se penalice a las organizaciones que tratan de evitar los abortos, que son casi 90.000 los que se practicaron en Cataluña en 2020. Tanto el suicidio como el aborto conducen al mismo fin: la eliminación de una vida. ¿Por qué en un caso se trata de proteger la vida y en el otro se castiga al que trata de protegerla?. La defensa de la vida ha de ser siempre prioritaria ante cualquier situació difícil, y hay que ayudar a resolver los problemas que provocan que se llegue a estas deciciones. ¡Sí a la vida! ¡No al suicidio pero también toca decir no al aborto!