Ley de bienestar animal
Llevo unos días preocupado por el bienestar de los perros, gatos y hurones mascotas. Una ley nueva de bienestar animal me tranquiliza, aunque en ella no entran los perros de caza, aunque algunos perros, a pesar de que sean pésimos cazadores, han quedado excluidos. La ley limita tener en tu casa a cinco mascotas, lo cual me ha dejado preocupado, pues muchas personas tienen seis hijos y un gato, sin ningún problema. Esta ley es la actual protagonista de las leyes, de Pedro Sánchez coadyuvado quizás con Puigdemont y promueve activamente la adopción de animales y especifica claramente en qué casos será obligatorio esterilizar a tu perrito y en cuáles no, tema que está pendiente en la realización próxima de las normas de la ley, incluida la lista de animales susceptibles de ser mascota, ya excluidos de ella, los cetáceos, los toros bravos y los animales salvajes, con algunas excepciones... Un comité científico, a partir del 29 de septiembre, dirigido por el director general de Derechos de los Animales, dará, repito, normas para que no haya problemas en la salud pública y en la seguridad ciudadana y en estos últimos se encuentran los animales de especies de “potencialidad venenosa”, intentando no peligren algunos vecinos, por culpa de esas mascotas llamadas también bichas. La oposición con su característica mala idea, afirma que con esta ley se quiere perdonar los daños cometidos por los presos que han quedado libres antes de tiempo con la “ley del sí es sí” y han hecho daño a su exnovia, con mascota incluida, cuando los soltaron de la cárcel antes de tiempo. También protestan algunos se excluyan los perros de caza con buen criterio y la ley ha aceptado que son diferentes estos perros y su entrenamiento les salva de esta ley, que va a permitir que se adopten más perros, hurones, gatos, etcétera. Pues sí y porque por desgracia en estos momentos, ya hay más mascotas perrunas adoptadas, que niños adoptados, por lo que parece absurdo seguir activando y promocionando la adopción de más animales. Este gobierno se encuentra preocupado por la seguridad de estas mascotas y espera que el seguro obligatorio que tienen que hacer sus dueños les proteja, los dignifique y al mismo tiempo eduque a sus dueños a un trato más cáustico con sus animales. Trato mejor por ambas partes, claro.
SANCHO DÁVILA IRIARTE
¿Quiénes serán los que compongan la nueva era?
Los acontecimientos se precipitan, todas las noticias son negativas para que se imponga un criterio de que esto no tiene solución, solamente ellos lo pueden arreglar. Con esa táctica diabólica, muchas personas han perdido la fe que antes animaba su vida. Es cierto que disminuye el número de católicos, pero está surgiendo un resto arrollador que será una sociedad eucarística, mariana. Ahora que la Divina Eucaristía esta desacralizada y anda de mano en mano, en España ya tenemos 72 capillas de adoración perpetua, una cifra realmente asombrosa; pues ese resto que adora a la divina Eucaristía que es la presencia de Dios, y con la devoción a la madre de Dios y madre nuestra, es el futuro que se acerca a pasos agigantados. Si queremos engrosar ese Ejército de la Santísima Virgen, ya sabemos lo que tenemos que hacer: adorar a la divina eucaristía, rezar el Santo Rosario y dar testimonio público de nuestra Fe.
JAIME FOMPEROSA APARICIO
Siete años no son nada, o casi
Ordenando algo mis papeles, encuentro un ABC, cuya colorida portada tiene sólo un titular: “La mayoría de los españoles quieren nuevas elecciones. El desencuentro PP-PSOE, el bloqueo político y la corrupción aumentan el escepticismo respecto a la posibilidad de lograr un acuerdo de gobierno”. En segunda página leo otro titular: “El Papa arremete contra el narcotráfico y los privilegios de los políticos en México”. Claro, lo de México me extraña y me hace dudar. Miro la fecha: es la edición del 14 de febrero de 2016. Siete años no son nada, o casi.
FERMÍN ESPINOSA ROMEO
Papas infalibles sin suerte
Cuando me licencié, codo con codo —es un decir— con este Papa argentino, en la Universidad Gregoriana, se nos inculcaba que el Papa era infalible, como se proclamó en 1870 bajo Pío IX, aunque fuera sólo cuando definía dogmas; en concreto, sólo había dos casos: el de la Inmaculada, declarado tal por un papa liberal arrepentido, Pío IX, y el de su Ascensión en Cuerpo y Alma a los Cielos, en 1950 por Pío XII, como se celebra, menos, los 15 de agosto. En efecto: hoy se enseña que el “pecado original” es sólo una opinión, y muy desacreditada en esta nueva época que presume de democrática, porque servía para justificar su represión a los más francos y crueles dictadores; y que el infierno —en el que ya no creen ni los niños, como decía ya el romano Lucrecio—, es sólo “un estado de ánimo” y por tanto no hay tal subida ni bajada a esos “lugares”, invisibles hasta para los mejores telescopios. Es decir, que los Papas no han acertado ni con una de las dos verdades que presumieron proclamar de modo infalible. Y así va de mal ese imperio ideológico que tanto ha sobrevivido al imperio real romano, imponiendo creencias sobre las que Jesús no dijo ni Pío; multinacional ideológica que yo, como buen catalán, dejé por ruinoso ya el siglo pasado.
DIEGO MAS MAS
El vascuence
Lo trajeron a la Península emigrantes africanos procedentes del actual Mali hace muchísimos siglos. Un colega de mi universidad ha llevado a cabo un estudio completo, serio y concluyente que vincula el vascuence al dogón. Por motivos políticos y también por ignorancia nos imponen llamar castellano (español antiguo) al español actual, y euskera al vascuence, pero... por qué no nos han impuesto también los términos catalá, galego, valenciá, o majorquí. ¿Dónde está la lógica? Quienes dicen euskera hablando en español, para ser consecuentes, ¿dirán también français, english, o deutch cuando están hablando en español? (Ejemplo: “Mis hijas estudian english en el colegio pero también français en la EOI”). Desapruebo que el lingüista de este estudio también haya “comprado” la nomenclatura político-mediática, tan desacertada. Euskera es como se dice vascuence en vascuence; igual que français es como se dice francés en francés. Lo mismo pasa con los topónimos. Girona, que en todo caso habría que escribir en español “Yirona” para que concordara la ortografía con la pronunciación catalana. Nadie ha aclarado cuál sería el gentilicio a partir de Girona; el de Gerona es gerundense, pero el de Yirona, sería yironés, ... ¿yirondense? Y el de Lleida, ¿lleidano, lleidense, lleidés? ¿Se irán de fin de semana a London, Bordeaux, Köln o Milano? En fin, casi que se vive más feliz en la ignorancia, que nadar contra corriente cansa mucho.
FRANCISCO JAVIER ANGUITA INFANTE