La crisis de la política

    02 feb 2023 / 16:32 H.
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    La crisis de la política

    Durante un viaje a Italia he podido constatar la crisis que alcanza, incluso, al mayor partido comunista del mundo, digamos, libre. Hasta el punto que el exdiputado Carandini ha propuesto, para suscitar esa convergencia de la izquierda que aquí predica Gerardo Iglesias, nada menos que cambiar el nombre de la organización, y sugerido el de “Partido Democrático del Trabajo”. Muchos ven la conveniencia o incluso necesidad de un cambio de “signos de identidad”, que eviten lamentables confusiones con el comunismo “utópico” o, peor aún, con el comunismo propugnado por la URSS. Lo de partido del “trabajo” suscita muchas reservas, como la exaltación, estos días renovada en la misma URSS, del estajanovismo, por su connotación desarrollista puritana, su vertiente insolidaria ante otros trabajadores en paro y su aspecto de “conquista” y destrucción de la naturaleza. También se señala que el partido no debe ser sólo de los trabajadores, obreros, y que debe abarcar la vida entera, no sólo el aspecto económico, sino el problema de la paz, la ecología, el amor. Hay quien propone hasta el título de “partido de la diversidad”. Y hay algo en que casi todos coinciden: en subrayar el aspecto “democrático”, acabando de verdad con el nombramiento autoritario del secretario general, etcétera. Esta crisis del PC no es tan negativa como a primera vista pudiera parecer a extraños e incluso propios: podría ser una crisis de crecimiento, si no predominan los que reivindican tal o cual aspecto caduco, por ignorancia o por ansias de protagonismo. Las crisis más escandalosas no son las peores. Como enseñaba a sus inexpertos alumnos el viejo médico, los pacientes que primero iban a morir no eran los que más se agitaban y gemían, sino aquellos, silenciosos y agotados, que no parecían siquiera sufrir de sus males. Dediquemos, en este apasionante tema, un admirado recuerdo a la capacidad de adaptación de otra institución, no ya centenaria, sino milenaria, como es, considerada en su aspecto terreno y político, la Iglesia católica. Aparte de lo que piense de su contenido religioso, teológico, no cabe duda que fue subrayando cada vez más a lo largo de su historia el principio jerárquico, diferenciando y separando más al seglar del sacerdote, a éste del obispo, y al obispo del Papa (hasta el Concilio Vaticano I). De modo paralelo, fue creciendo su defensa política del absolutismo monárquico (hasta mediados del siglo pasado). Sin embargo. siempre en este terreno político, su reconversión ha sido tan grande que hoy constituye una auténtica fuerza política en muchos países la democracia cristiana, concepto cuyo mero enunciado era considerado antes como absurdo y hasta herético. Por otra parte, la jerarquía eclesiástica ha descendido de sus palanquines y se ha acercado a los seglares (como en el Concilio Vaticano II), hasta el punto que, superadas ciertas naturales reacciones autoritarias como la actual, no sería raro que un día los católicos designen al Papa por sufragio directo... volviendo a su práctica primitiva. En conclusión, vemos aquí también como la historia se repite, y se verifica la ley sociológica de que los movimientos pasan de la mística a la política, se burocratizan, se inmovilizan y anquilosan, perdiendo el espíritu primitivo. Así las instituciones llegan a perecer por sus mismas victorias... si no se saben renovarse para no morir, renovación que no puede ser otra que un volver a tomar contacto con la realidad, una democratización de sus estructuras.

    MARTÍN SAGRERA / Jaén

    Robo a manos llenas

    La vaca sagrada liberal de la usurera ley de la oferta y la demanda justifica que los precios han de subir hasta equilibrar la oferta. Mentira. Quieren ganar más, algo que lograrían vendiendo sin necesidad de incrementar los precios y entrar en un círculo vicioso en el que los sindicatos exigirán subidas salariales para no perder poder adquisitivo, mientras los empresarios señalarán a estos para subir los precios. Como la realidad es que los precios suben más que los salarios, solo hay animus lucrandi, con abultado incremento de los márgenes de beneficios por encima de los costes —que suben también merced a la usurera ley—, para atesorar más.

    MIGUEL FERNÁNDEZ-PALACIOS

    Ruta Jaén monumental

    Por tercer año tuvo lugar en Jaén la concentración motera invernal La Ardilla Vuelve 2023. Tuvieron el honor de organizar un año más, la ruta número 1: Jaén monumental, para que el visitante motero conociera nuestra capital y todo nuestro patrimonio cultural, recorriendo las calles de Jaén, visitando la Catedral y el Castillo de Santa Catalina. Tuvimos una gran ayuda de Kamikaces Nómadas y Vespas Club Jaén, el cual queremos agradecer enormemente su apoyo y su gran compromiso para que la ruta tuviera gran éxito y los participantes disfrutasen de la misma. También queremos agradecer al Patronato Municipal de Cultura y Turismo por su ayuda y entrega de facilitarnos la labor. Del mismo modo, queremos hacer nombramiento al Ayuntamiento de Jaén, por la otorgación de los permisos necesarios para mostrar la ciudad a los moteros. Agradecemos especialmente a la Policía Local por su gran apoyo durante toda la trayectoria de la ruta. Queremos hacer mención al personal correspondiente del Castillo de Jaén por su recibimiento en la llegada de todos los participantes en la ruta motera. También hacer un agradecimiento a Miguel Peralta, que nos acompaña a cada evento motero de los que organizamos y nos deleita con su cámara.

    NOELIA PERALTA

    Maldad presidencial

    El desinterés por instruirse es propio de quien ya sabe lo que quiere: medrar a costa de los demás en complicidad con los de su misma ideología rapaz; vivir como sea a costa de los demás. Concentrados en esa meta, es admirable la carencia de formación social y las mentiras en sus currículos oficiales el desastroso triunvirato de Aguirre, Cifuentes y, sobre todo, Ayuso, como puede verse en Google. Entre mil otros despropósitos, Ayuso acaba de negar de nuevo la crisis climática y la influencia en ella del haberse triplicado en 75 años la población mundial, pasando ya de 8.000 mil millones. Ceguera que utiliza para luchar contra todo aborto, que influye poco en ese diluvio humano, y cerrar los centros de planificación familiar, que contribuyen algo más, ellos sí, a paliar la explosión poblacional. Y después de imponer otras medidas para persuadir a la mujer de que no aborte, tiene el descaro de añadir que nadie debe presionar a la embarazada y de presentar como nuevo un teléfono antiabortista que funciona desde hace tres años.

    FERMÍN ESPINOSA

    Cartas de los Lectores