El cielo en tus rostros
Luis Álvarez Duarte es de los que a ciencia cierta sabía que en todo el mundo, la primavera tiene un nombre y es: ¡Andalucía! Luis Álvarez Duarte sabía que la primavera Andaluza tiene un rostro. Tiene una cara: María. Luis Álvarez Duarte sabía, que en primavera, en Andalucía: la cruz ¡Toda cruz! De amor va llena; y que la muerte es gracia plena; y que la resurrección se descubre; y que la esperanza, es esperanza, y alegría, y nunca pena. Luis Álvarez Duarte ya de niño tocaba las campanillas: él sabía que eran del cielo ¡Del Cielo, y de Andalucía! ¡Del Cielo y de ¡María! Luis Álvarez Duarte sabía que el incienso, era olor. Que el azahar, ya era una flor. Y que la cera era en sí mismo: belleza y hermosura; la cera ya era el acabado placer de la armonía. Dime una armonía más plena. Háblame de primavera. Háblame del cielo azul y de las noches y estrellas. Háblame de Andalucía y lléname de su grandeza. Que no hay nada en todo el mundo como esa semana nuestra. Y esa semana, es tan nuestra ¡qué ya pronto! ¡Chiquillo..., sí, tan pronto! ¡Pronto, muy pronto Chiquillo! ¡Y de nuevo, ya que empieza! Aunque no conozcas a Álvarez Duarte, no importa; sí te digo que Álvarez Duarte es el imaginero y escultor andaluz que mejor conoce el bello rostro de María; y lo ha dejado esculpido para que procesione hasta en los lugares más recónditos de la geografía andaluza. Aunque ahora no sea primavera, quién duda de que cada estación tiene un brote de nuestra eterna primavera andaluza. Y aunque la Semana Santa no es, ni será en breve, ciertamente es, que el andaluz siempre siente la pasión de esa Santa Semana que está llena de lo más hondo de la tradición más profunda.
RAFAEL GUTIÉRREZ AMARO/LINARES