Debates de todos los colores

Se puede decir que esta es una de las campañas electorales más emocionantes que recuerdo en la relativamente corta historia democrática de este país. Vivíamos instalados en el bipartidismo, a veces un poco importunado por IU o por UPyD, cuando de repente nos encontramos otras fuerzas emergentes que no solo llegan a la arena pública como debutantes, sino que lo hacen con la pretensión y la osadía hasta de lograr escaños.

Quizá por eso, nos encontramos no solo con el tradicional debate cara a cara entre los candidatos de las dos principales fuerzas políticas con representación parlamentaria, como era tradicional, sino que ya hay a cuatro bandas, como el del pasado lunes, o a hasta a nueve bandas, que ya es el no va más de la pluralidad que se puede esperar. Lo bueno de todo esto es que los indecisos van a poder decidirse y, si no lo hacen, no será porque no les lleguen mensajes directos de los candidatos de cada una de las formación políticas. Además, me llama la atención que las redes sociales juegan en esta ocasión un papel activo, muy activo diría yo, que contribuye a que las propuestas o promesas, como se quiera ver, corran como la pólvora por ese etéreo mundo de las redes. Eso es pluralidad y siempre enriquece. Ahora, que gane el mejor.