Hijos malcriados
Se debate con frecuencia si criar y educar a niños, y más en estos tiempos, es uno de los mayores desafíos a los que nos podemos enfrentar. Nos equivocaremos, en ese cometido, muchas veces, pero aprenderemos rectificando una y otra vez. El insistir será agotador, y desalentador en muchas ocasiones, pero necesario. Nos daremos cuenta de que no lo estamos haciendo bien y buscaremos ayuda. Detectaremos qué es lo que falla y buscaremos nuevas soluciones. Tendremos que procurar que las rectificaciones no se retrasen tanto que ya no sean útiles. En ocasiones tardamos tanto en darnos cuenta de los problemas con los hijos o en nuestra labor educativa que ya no hay solución o la solución causa un efecto mínimo, dado el retraso. Uno de los indicadores es saber si estamos malcriando o maleducando a nuestros hijos o educandos; y es fácil que pueda ser así dadas las características de nuestra época en lo referente a la educación de los niños y de los jóvenes. Hoy es frecuente encontrar niños caprichosos, niños a los que le faltan hábitos de conducta, a los que le falta constancia en sus tareas diarias, y les sobran, muchas veces, multitud de cosas innecesarias. Que los niños tengan muchas cosas puede ser incluso un escándalo social que además a lo largo de su vida les perjudicará. Además, con las carencias que hay en el mundo, educarlos en la opulencia es un pecado incluso grave si se analizan las circunstancias. Es preferible que vivan con alguna necesidad antes que sobrados de todo. Por otro lado los niños y los jóvenes tienen que saber valorar lo que tienen y que obtenerlo requiere esfuerzo, y que además hay muchos niños y jóvenes como ellos que no tienen nada. También es importante que aprendan a compartir y de esta manera fomenten la generosidad y la solidaridad. En estos temas tanto la familia como el colegio ocupan un lugar de preferencia. Si ni la familia ni el colegio colaboran para esta labor educativa, el niño o el joven acabará siendo un egoísta, aislado de los demás y hundido en su propia desgracia, y además con muchas dificultades para la comunicación y para la amistad con los demás.